La piel sensible es una piel reactiva y con baja tolerancia a las agresiones externas.

La piel sensible no presenta un escudo compacto, ya que muestra una barrera cutánea deficiente y permeable, lo que permite que los agentes irritantes penetren con facilidad. Esta barrera insuficiente permite, además, la evaporación del agua de la piel, lo que contribuye a que se deshidrate y seque con facilidad.

Es una piel inestable, alternando episodios de normalidad con otros de irritación con enrojecimiento, sequedad e incluso descamación y erupciones. Aunque es más frecuente en la región facial también se da en escote y otras zonas como las extremidades o cuero cabelludo.

Los episodios se desencadenan por exposición al sol, frío, sequedad ambiental o por la aplicación de cosméticos y perfumes.

Les recomendamos que use productos específicos para piel sensible y sin perfumes.

COMPOSICIÓN:

• Macerado de Caléndula 100 ml.

La caléndula es una planta originaria de la región mediterránea y Asia Menor que posee multitud de aplicaciones medicinales (antiinflamatorias, tranquilizantes, diaforéticas, antiespasmódicas, etc.), siendo utilizado como ingrediente de cosmética natural ofreciendo gran cantidad de beneficios para la piel.

• Jabón Artesanal de Caléndula

Las cualidades hidratantes, nutritivas, calmantes, cicatrizantes y antiinflamatorias de la caléndula hacen que este jabón sea indicado para pieles sensibles, con dermatitis o con quemaduras leves.

La acción de los pétalos de la caléndula alivia la dermatitis del pañal en la delicada piel del bebé.

• Bálsamo Labial Artesanal

Bálsamo que hidrata en profundidad los labios secos o agrietados, proporciona regeneración cutánea y protección labial contra el frío.

• Jabón de Glicerina y Caléndula

Jabón hidratante de glicerina y aceite de caléndula, para la limpieza de pieles sensibles. Mejora la textura de la piel reseca, dejándola hidratada, tersa y suave.

La glicerina es una excelente hidratante que forma buena espuma y proporciona una agradable sensación en la piel. No contiene sulfatos.

El aceite de caléndula (macerado en aceite de girasol) posee propiedades calmantes, antiinflamatorias y cicatrizantes. Muy utilizado para tratar pieles irritadas, agrietadas o con picores. Recomendado para aliviar casos de quemaduras leves, dermatitis y psoriasis.